Bienvenido míster Trillo

Somos unos fenómenos. Si Valle Inclán hubiera vivido en ésta época no habría recurrido al esperpento para narrar lo que está sucediendo. Con una lectura realista del peliculón que nos estamos comiendo, iba sobrao. El informe tardío del Consejo de Estado sobre el desastre del accidente del Yak-42, ha venido a confirmar lo que se temía: una sucesión de chapuzas “sobrecogedoras” han dejado con el culo al aire a Trillo y a toda su jarca y con muy mala hostia a todos los demás, que somos la mayoría. Veamos dos apuntes clarividentes de esta minoría absoluta que nos gobierna: Rajoy dice sobre la cuestión “Ese asunto está ya substanciado. Hace ya muchísimo tiempo”. Cabe decir que Mariano era vicepresidente primero del Gobierno de entonces. Dice Catalá, ministro actual de Justicia: “Trillo ha sufrido muchísimo. Es una víctima”. ¿Son unos fenómenos o no? ¿Se puede aguantar este derroche de tronío? ¿Tenemos más delito que el que asó la manteca? Pues parece que sí. De lo que estoy, casi seguro, es que si Luis García Berlanga estuviera vivo, no hubiera dudado en hacer “Bienvenido míster Trillo”.