Bendición de Jesús Nazareno

28 abr 2016 / 17:00 H.

Con motivo de la bendición de la imagen de Jesús Nazareno, hace tres cuartos de siglo, la Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno “Llamado de las Aguas”, Santísima Virgen de los Dolores, San Juan y la Verónica (fundada en 1577) ha organizado un ciclo de conferencias en los tres últimos viernes de este mes de abril. Como he tenido la suerte de asistir a la segunda: “Religiosidad popular e historia a través de la Semana Santa de Úbeda: La Cofradía de Jesús hasta 1936”, por Adela Tarifa Fernández, no quiero dejar pasar la ocasión de comentarla. Tras la presentación de la conferenciante y el agradecimiento por parte de un componente destacado de la cofradía, la historiadora e investigadora granadina, tuvo a bien deleitarnos, durante una hora, con una charla amena y profunda, que dividió en tres apartados: Semana Santa, lo que aporta la religiosidad popular y su importancia; Las cofradías y su origen; y algunos datos históricos de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y su amplio campo social. Supo exponer valientemente (incluso leyendo textos originales) unos valiosos hechos históricos que yo resumiría en tres ideas fundamentales: La religiosidad es inherente al ser humano y siempre se verá plasmada en las cofradías de Semana Santa, pues ellas amortiguan el miedo, la soledad, el desamparo... que provoca el más allá; y, además, sirven de consuelo al vivir cotidiano, amparando y socializando su sentido religioso; la iglesia católica, como institución, y los partidos políticos que han detentado el poder, han querido aprovechar ese impulso social, puesto que dentro de las cofradías hay un deseo afectivo igualador (muy loable) de las clases sociales, aunque los segundos; y la Cofradía de Jesús Nazareno siempre ha tenido espíritu de servicio y entrega al campo social, ya que sus estatutos siempre han proporcionado ayuda, especialmente antaño, cuando no existía la Seguridad Social. Adela acabó expresando su tristeza porque los seres humanos tropecemos tantas veces en la misma piedra: “No dejando al otro que sea libre...”; como quedó patente en las semanas santas de la República. No obstante, reiteró su esperanza de que esto no vuelva a repetirse.