Ayúdame
y te habré ayudado

10 jul 2017 / 11:19 H.

Comienzan unas fechas muy esperadas, en las que priman el descanso, la familia y, sobre todo, los cero problemas. Pero hay situaciones en la vida en las que no se entiende el “cerrado por vacaciones”. Un claro ejemplo es la donación de médula. No podemos mirar hacia otro lado. Hay muchas familias que están esperando una llamada que les diga que su ser querido es compatible con cualquier persona del mundo. Esto le dará la posibilidad de poder seguir disfrutando de la vida y de los pequeños placeres, que hasta ahora les han sido arrebatados; en definitiva, vivir. Actualmente hay suficiente información sobre la donación de médula., pero no está de más recordar cómo es el proceso. Debemos tener entre 18 y 55 años. A partir de ahí, contactamos con nuestro Centro de Donación más cercano, donde nos extraen una muestra de sangre (analítica normal). Si todo es correcto, pasamos a formar parte del Banco de Donantes Mundial y ya solo nos queda esperar a tener la suerte de ser compatibles con cualquier persona del mundo para donarle médula, donarle vida. No debemos olvidar que ser solidarios no es una moda, es un estilo de vida.