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22 may 2017 / 10:59 H.

Las nuevas tecnologías están revolucionando el mundo y modificando hábitos y formas de vida. Imparable este proceso de globalización, de industrialización, de mercantilización. Nuevas formas de trabajo. Y también de esclavitud. La enseñanza no es ajena a estos cambios. Está servido el conflicto entre las nuevas tecnologías y la actividad docente y cultural tradicional. Pero poner ordenadores o móviles en manos de los niños se está demostrando que además de algunas ventajas tiene también graves inconvenientes.

Una cosa es la destreza en el manejo de artilugios informáticos y otra es la asimilación de conocimientos culturales. Son muchos ya los padres que ven con preocupación las adicciones a estos nuevos inventos, que crean problemas de conducta e incomunicación y que pueden ser nocivos, si no se usan adecuadamente.

Han aparecido nuevas asignaturas y carreras universitarias enfocadas a estas nuevas tecnologías. Y eso está muy bien para que la gente pueda acceder al actual mercado laboral. Pero es posible que esto esté propiciando la ya constatada falta de conocimientos básicos. Y es que suspende un sistema educativo si va dejando pendientes asignaturas como el Griego, el Latín, la Lengua, la Historia, las Matemáticas o la Filosofía.