Al que madruga...

    20 sep 2021 / 17:03 H.
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    Sábado, 7:45 de la mañana, zona centro. Me levanto a pasear, sí amigos, tengo piernas debajo del culo, y me sorprende como ha cambiado la realidad actual. En mi reflexivo deambular matutino, observo la quietud, calma, pausa, tranquilidad y, sobre todo, soledad de las calles. Hace 3-4 horas, supongo, todo era vorágine y algarabía. No quiere decir que los que madrugan sean más valientes que los que pernoctan, pero sí hay más curritos al alba soleado que en el alba nocturno. La sociedad española, mundial, jiennense, cambió. Sin recurrir al tópico de la pandemia, esto va del bienestar. De cómo nos gusta el placer, el disfrute, salir, la fiesta, y no perdonamos “una”. Hace unos años se salía el sábado, como mucho el viernes, las vacaciones eran de 15 días en verano y Navidades para estar en familia. Se descansaba el domingo, a lo sumo sábado tarde. Ahora comenzamos el fin de semana el viernes a mediodía, sino el “juernes”. No pretendo que suframos, no, ya bastante tenemos. Hablo de la capacidad de esfuerzo y sufrimiento, del espíritu de sacrificio. De cómo no hace tanto, una persona “de bien” se levantaba a las 7, 8 como mucho. Y producía. Por cierto, que nos cruzamos en la calle como desconocidos, ya ni las personas mayores, saludan con ese buenos días clásico y respetuoso. ¿Me hago mayor?

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