Ahora que apestan lodos

Los últimos episodios de corrupción avergüenzan a cualquiera, especialmente a quienes no tienen trabajo o viven de la limosna >> La política, ese noble ejercicio de servicio ciudadano, toca suelo, está en el lodo >> ¡Que todos devuelvan el dinero!

23 abr 2017 / 11:23 H.

Huele la política, huele mal, apesta todo lo que suena a partidos políticos y sálvese el que pueda y quienes puedan, que son muchos, muchísimos, pero los garbanzos negros pudren el cesto y se hacen notar. Ese noble ejercicio de servicio ciudadano está en el punto de mira de la ciudadanía, con todo merecimiento, incluso podríamos ser más duros, que ejemplos hay sobrados para señalar. Apestan los lodos de un tiempo de ignominia, donde todo valía y, lo que es más cruel, quienes querían salirse de la tónica del vaciado de las cuentas de los organismos públicos eran tachado de desleales, insumisos a la causa del bien general e incluso antipatriotas. De aquellos barros, estos lodos, de aquellos tiempos de grandes hombres que solo buscaban el bien general, estas desvergüenzas conocidas ahora; se lo llevaban tan panchos.

Se lo llevaban sin rodeos y escupían sin reparo alguno a quien osara mirarlos tan siquiera, qué asco de políticos que meten la mano, amén de la pata, porque algunos se han señalado por no acertar ni una. Qué tiempos de sufrimiento como ciudadanos libres en un país menos libre porque está hipotecado con tanto robo a las arcas públicas. Tiempos que barruntan más tormenta porque de la picaresca hemos pasado al expolio y a manos llenas y ejemplos los hay a espuertas, para sonrojo de quienes solo quieren ver la paja en ojo ajeno y no en el propio. Pacto contra la Corrupción ya, inmediato, sin rodeos, no demos más tiempo a quien no lo merece, desertores del bien común, adalides del engrandecimiento personal; corruptos fuera de la política, corruptores en la cárcel también y el dinero robado devuelto, condición indispensable. Hasta el último euro mangado debe ser devuelto por muy lejos que esté el paraíso fiscal al que se lo llevaron, por muy santa y piadosa que sea la familia que la ayudó a esconder los atracos al dinero de todos. Llevamos tanto tiempo dando opción a la presunción de inocencia, como marca la ley, como debe ser, que también es justo radicalizar la reincidencia... Y más justo ensalzar a los políticos honrados y buenos, tantos y tantos.