¡Acueductos internacionales ya!

25 ago 2017 / 11:08 H.

Este año padecemos mínimas lluvias, 274 litros por metro cuadrado en Jaén capital, altas temperaturas que han arruinado la cosecha de aceituna y otros cultivos e incendios estivales. Los embalses de Jaén aún contienen sobre el 30% de su capacidad y, según Diario JAÉN, “las reservas de los pantanos jiennenses, las más bajas de toda Andalucía”; y eso que somos cautos consumidores, por los elevados impuestos en los recibos del agua de uso doméstico, agrícola, industrial y otros servicios. Es más claro que el agua que en años de sequía necesitamos embalsar, trasvasar y canalizar más agua de las zonas y cuencas más húmedas y lluviosas en el norte de España, Francia y Europa a las zonas europeas del sur, más secas y dañadas. Pues a más agua, más riqueza; a más sequía, más pobreza. Los romanos unieron Europa en torno al Mare Nostrum construyendo acueductos en Segovia, Mérida, en Roma, etcétera. En los Andes de Perú, la presa y acueducto El Limón riega 43.500 hectáreas y ha convertido una región montañosa, árida y despoblada en una rica y fértil huerta, empleando a cientos de familias.