A vueltas con el tren

15 abr 2018 / 10:46 H.

Hubo un tiempo, hasta 1992, que desde Linares Baeza se podía ir en tren a casi cualquier destino del Estado sin hacer transbordo. Había a Santander, Bilbao, Irún, Barcelona, Madrid, Algeciras, y a todas las capitales andaluzas, incluida, claro está, Jaén. Los había diurnos y nocturnos. Hoy, tres décadas después, la cosa ha mermado tanto que parece un páramo; su fotografía se asemeja a las estaciones desoladas que veíamos en las películas del “far west”. Incauto de mi, tenía entendido que el desarrollo traería más y mejores comunicaciones. Pues no, vino la vida a darme una bofetada en toda regla. A Jaén, al que decimos querer tanto y por el que no movemos ni un dedo, el desarrollo le llegó en negativo. Hoy, desde Linares solo queda viajar en tren a Almería, Sevilla, Barcelona y Madrid, y solo de día. Queda un número de trenes reducido y con horarios discutibles. Quizá algunos crean que no merezcamos mejor trato, a la vista está, de ahí el castigo, el caso es que aquel futuro que yo soñaba a mis veinte años se parece más a lo que leía de la España del XIX que al siglo XXI.