¡A trabajar!

    24 may 2023 / 09:00 H.
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    Doñana se ahoga porque los acuíferos son utilizados por los agricultores. Y el Mar Menor porque los agricultores ilegales que lo rodean vierten en él sus aguas y abonos. Culpar a quienes producen las frutas y verduras que necesitamos para comer y comercializarlas de manera que ellos también puedan vivir sin “arruinarse trabajando” sería lo fácil. Que usen, ilegalmente, las aguas de Doñana o maten la vida con los vertidos del Mar Menor, degrada estos enclaves de la biosfera de forma aberrante. La sequedad de nuestro planeta y la falta de lluvias en nuestros campos crean problemas difíciles de solventar, incluso para los políticos de turno. Pero los hemos votado para que resuelvan nuestros problemas, fáciles o difíciles. Es su obligación. Un reparto equitativo del agua sería la solución para todos. Ecologistas, agricultores y personas con capacidad de raciocinio, no paramos de llamar la atención a políticos y técnicos de cualquier signo, de cualquier comunidad. Seguro que si se ponen a ello, habrá forma de equilibrar los intereses y las necesidades de todo nuestro territorio. Necesitamos un campo fuerte, unos agricultores orgullosos de serlo; que se preserve la riqueza de la biosfera; y tener agua corriente. Así que, ¡a trabajar!, que vamos tarde.

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