A todo confort

24 ene 2019 / 09:50 H.

Por fin, el tiempo de la subasta por hacerse con el poder en Andalucía y el de reparto de cargos y de sillones ha terminado. El alma de los partidos, especialmente de los que ganaron, se empieza a serenar. Y es bueno que el alma se serene, pero no tanta serenidad que provoque sopor, sueño, y se queden plácidamente dormidos en sus cómodos sillones mientras los ciudadanos no puedan pegar ojo a causa de sus muchas preocupaciones. Todo se verá a su tiempo. De momento el cambio de color del Gobierno abre nuevas expectativas, otras ilusiones. Pero no conviene hacerse demasiadas porque este triunvirato que ha formado el PP para llegar al sillón parece que está cosido con alfileres. Juan Manuel Moreno comulga, a priori, con Juan Marín y con Santiago Abascal, pero Juan Marín no hace migas con Abascal, mientras que el de VOX parece que mostrará su apoyo en tanto las cosas le favorezcan.

Un gobierno montado sobre un trípode cuyos tres pies se apoyan sobre tierras movedizas. Habrá que esperar, lógicamente no se puede ni se debe silbar a ningún artista antes de empezar su número. Es la experiencia de estos 40 años de democracia más los años que tuvimos de república la que nos hace no ser excesivamente optimistas. Hay demasiados populistas, embaucadores y ambiciosos metidos en esto de la política. También es bueno pensar en que igualmente haya personas serias y honestas, aunque, de momento, casi están en el anonimato, se habla poco de ellas. No se puede evitar que haya ciudadanos que pensemos que si Marín está de acuerdo con Moreno pero no quiere saber nada de Abascal, no va a ser fácil llegar a un acuerdo que beneficie a la ciudadanía, porque en los presuntos entendimientos habrá que hacer concesiones para unos y otros. Hay que tener confianza, esto sobre todo. Sus acciones y el tiempo irán poniendo a cada uno en su sitio. Ya ven lo que le está sucediendo a Pablo Iglesias y a su partido nacido de un tumulto. Sus contradicciones y su ineficacia están minando a Podemos. Nadie duda de que VOX ha nacido de un parto parecido y deberá trabajar muy bien, de forma recta y convincente, para seguir creciendo.

Los andaluces estamos abiertos a la justicia. Tenemos hambre de justicia, de igualdad. Necesitamos tener fe en quienes nos gobiernan. Por eso se votan, para que administren en conciencia con justicia, con honestidad. Y puede que algún día sea así.