A la espera de un ring

21 ene 2019 / 10:12 H.

Hay un buen número de militantes jiennenses con cargos institucionales y orgánicos que esperaban que, después del 2 de diciembre, se retirara de la primera línea con un batacazo electoral como telón de fondo. Se frotaban las manos con la posibilidad, incluso, de dejar el Partido Popular en manos de una gestora y empezar de cero en una fuerza política con más tiras que aflojas. Carambolas de la política, Juan Manuel Moreno Bonilla dio la vuelta a la tortilla y, contra todo pronóstico, se convirtió en el presidente autonómico con más poder institucional de su partido, una victoria que la dirección nacional celebra como suya. Todos daban por sentado que su respaldo a Soraya Sáenz de Santamaría en las últimas primarias le pasaría factura y, sin embargo, uno de los pocos supervivientes del sorayismo es, hoy en día, uno de los barones con más proyección en las filas populares. Con todos los galones. Los mismos que criticaron, defenestraron y pusieron en tela de juicio la valía política de su líder regional, llaman ahora a su puerta para entrar dentro de un equipo en el que todas las provincias quieren estar muy bien representadas. No será fácil brillar en un mapa en el que hay más gente con la mano alzada que cargos para repartir.

Hoy se conocerán los nombres y apellidos de los consejeros que, mañana, tomarán posesión de sus cargos. Solo se sabe con certeza que seis pertenecerán al Partido Popular y cinco a Ciudadanos. Las quinielas se suceden en los últimos días y, aunque algunos dan por garantizada su presencia, está contrastado que los presidentes provinciales no tuvieron vela en este entierro, por lo que, en lo que concierne al cupo territorial correspondiente a Jaén, los gestos irán por otros derroteros. Es decir. Cobra fuerza la posibilidad de que no haya militantes jiennenses entre los consejeros de la Junta de Andalucía, por más que el exparlamentario José Antonio Miranda lo haya intentado. Lo que ocurre es que, en política, ya se sabe que hasta el rabo, todo es toro, por lo que lo que hoy es negro mañana puede ser blanco, o viceversa. Su nombre suena para una dirección general relacionada con presupuestos, lo mismo que hay quienes vinculan el de la también exparlamentaria Catalina García con la dirección del Servicio Andaluz de Salud. Hay muchos huecos por cubrir y, aunque hay más para repartir la “tarta” que en otros mandatos exentos de pactos, candidatos sobran.

El primer combate será el reparto del equipo en Sevilla y, el segundo, las delegaciones territoriales. Es tan radical el giro de la Junta de Andalucía que cuesta acostumbrarse a pensar en aspirantes de un partido político relegado, históricamente, a la oposición. La principal incertidumbre está en conocer quién será el máximo representante del Gobierno andaluz en Jaén. Todos daban por segura a Maribel Lozano, la número uno en la candidatura del Partido Popular a las autonómicas, impuesta por la dirección regional frente al presidente provincial, Juan Diego Requena. Sin embargo, las fuentes consultadas la ven más próxima a una viceconsejería, lo mismo que a Mónica Moreno, la candidata de Ciudadanos por Jaén. Hay que tener en cuenta que habrá delegados de dos partidos políticos y, en este “entente cordiale” por el poder, la marmolejeña Raquel Morales, la quesadeña Marián Adán y el iliturgitano Pablo Quesada jugarán un papel primordial. Lo mismo que, en el bando de los populares, harán lo propio el villariego Francisco Palacios, la mancharealeña María del Mar Dávila o Jesús Estrella, aunque está complicado que el iliturgitano cambie el honor de estar en Diputación por una delegación temporal. No hay que olvidar tampoco a Miguel Contreras, cuya entrada en la Junta de Andalucía resolvería un “marrón” en el Ayuntamiento de la capital. ¿Qué pasará con Juan Diego Requena? Todo parece indicar que será candidato a la Alcaldía de Santisteban del Puerto y, a la postre, encabezará la lista del Senado. Cábalas que quedarán resueltas con un ring.