26M, única vuelta

    26 may 2019 / 11:10 H.

    Las elecciones municipales y europeas tienen una importancia por sí mismas que es trascendental para los que hoy acudimos a votar. Es en la urbe, en la “polis”, aquí, donde el hombre vive, se desenvuelve... Es feliz. El Ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano. Ideas aparte, en las elecciones municipales prevalece el conocimiento de los candidatos y su personalidad: nos gustan o no. La ideología la dejamos en un plano secundario. Por eso, nunca podrá ser la votación del 26 de mayo una segunda vuelta de nada. Aún no valoramos que el 33% de las decisiones que nos afectan vienen de Europa. En las europeas, funciona la llamada “mala conciencia”. No queremos votar con las vísceras, pretendemos votar con la razón, pero lo cierto es que Europa se nos va entre las manos, en un océano de burocracia. En España, los partidos tradicionales se tiran los trastos a la cabeza. En Europa gobiernan en coalición desde hace decenios. Tienen mil justificaciones: “que vienen los fachas”, “los eurófobos”, “los animalistas”, “los verdes”... ¡Ay el poder! El europeísmo se diluye, se nos va. Votemos primera vuelta: Una nueva ilusión.