Agua “pa”
los melones

12 mar 2018 / 09:57 H.

Es un dicho popular que emplean los agricultores con alegría cuando, tras un largo periodo de sequía, empieza a llover pausada y generosamente para fertilizar la tierra. Evidentemente, no todo el año hay melonares sembrados y, por tanto, el agua no beneficia a estas plantaciones que suelen iniciarse a finales de abril y se recogen avanzado el verano; estos meses no son, por cierto, muy generosos en pluviometría, de ahí el valor de la misma y que los campesinos extiendan la alegría a todo el año. Los melonares en el secano de la campiña, antes de la proliferación olivarera, eran una isla de verdor, una falsa huerta que alegraba la vista en tierras pardas de rastrojos y barbechos. Quedan pocos melonares en estos pagos y la expresión se sigue utilizando; el agua, no ya por su escasez para las necesidades generales de consumo sino en el devenir cotidiano de nuestros pueblos, es un bien deseado y cuando se produce mansamente, sin hacer daño, alegra y vivifica no solo el campo, sino también el corazón de quienes de él de un modo u otro viven. Por eso, aunque ahora no haya melones, que no se sembrarán —si acaso se sembraran—hasta la romería de la Virgen de la Cabeza, deseamos ¡agua “pa” los melones! que el bosque olivarero la agradece.