Las reses dan personalidad a la concurrida celebración

Si hay una fiesta con arraigo y poder de convocatoria en la comarca, esa es la feria en honor del Cristo del Consuelo, que se celebra en Cazorla a mediados de septiembre. La convocatoria, que cuenta con un variadísima programación preparada por el Ayuntamiento, entra hoy en su ecuador, después de dos días intensos.

El elemento más significativo es la presencia de las reses en las actividades. De esta manera, ayer, a mediodía, se vivieron en la plaza de toros el desencajonamiento y el manifiesto. Por otro lado, en el entorno del coso se vivió un vibrante encierro. A continuación se soltaron vaquillas y un novillo. Los mozos tuvieron ocasión, en ambas iniciativas, de exhibir su arrojo y su destrezo. A pesar de la lluvia intermitente, el recinto cazorleño registró una buena entrada —el acceso era gratuito—. El novillo llegó a arrollar a un joven quien, pese al susto no presentaba apenas lesiones. El astado se negaba a abandonar el ruedo, por lo que fue necesaria la suelta de los mansos. Un presentador y la música de la banda ayudaron a dar aún más ambiente a la cita taurina. Está previsto que el espacio vuelva a llenarse hoy de espectadores con motivo de un festival mixto. Además, en el lugar, a medianoche, es la habitual quema de fuegos artificiales de la feria cazorleña.

Los contenidos de hoy arrancan con un paseo matinal por las calles a caballo. Desde las doce del mediodía se realiza el desfile de gigantes y cabezudos. A las dos de la tarde en la caseta de día se esperan bailes regionales. A las ocho llega una propuesta netamente religiosa, la última misa del triduo en honor del patrón.

Mañana lunes es el día culminante pues, a partir de las seis de la tarde, parte, desde la iglesia de San Francisco, la procesión del Señor del Consuelo. Otras actividades serán la alborada con repique de campanas y lanzamiento de cohetes, la eucaristía en honor de la venerada imagen y las actuaciones de El Peseta, las orquesta Moonlight y DJ JJ Soria. Las fiestas patronales de Cazorla concluirán el martes. Una traca, ya de madrugada, constatará, en el puente de la Villa, el final a cinco días repletos de convocatorias que atraen a cazorleños, emigrantes llegados de varias regiones y residentes en otros puntos de la comarca.