La Fiesta de los Jornaleros busca ser de “Interés Turístico”

Torres aprueba por unanimidad el inicio del expediente para la Junta de Andalucía

16 nov 2018 / 11:41 H.

San Antón y su Carrera Urbana, Fiestasantos de Arjona, la Hoguera de San José de Mancha Real, las Fiestas de San Marcos, las conmemorativas de la Batalla de Bailén, los Moros y Cristianos de Carchelejo, la Fiesta de la Aceituna de Martos y las romerías de la Virgen de la Cabeza, de Nuestra Señora de la Estrella de Navas, la de María Santísima de la Victoria de Martos y la de Alharilla de Porcuna. Es el listado de las Fiestas de Interés Turístico de Andalucía en la provincia, un recuento que podría sumar una cita más en un futuro no muy lejano: la Fiesta de los Jornaleros de Torres.

El Ayuntamiento del municipio de Mágina aprobó iniciar el expediente para que esta tradición obtenga la declaración de “Fiesta de Interés Turístico de Andalucía”, ya que se trata de una festividad con origen en el siglo XVI, que pone de manifiesto valores propios y de tradición popular, que se caracteriza por su singularidad y repercusión turística. El acuerdo del pleno se adoptó por unanimidad de los dos grupos con representación municipal (PP y PSOE), tras aprobarse una moción presentada por el equipo de Gobierno del Partido Popular. Esta expone que la fiesta cuenta con numerosos aspectos originales “que la singularizan por muchos motivos”.

El municipio de Torres celebra el fin de semana más próximo al día 20 de mayo la Fiesta de los Jornaleros, una tradición de carácter religioso en la que se venera al Cristo Crucificado. Cuenta con actos religiosos y actividades culturales y lúdicas, en la que se dan cita no solo los habitantes de Torres, sino también torreños que viven fuera y visitantes de numerosos municipios, incluso de fuera de Jaén.

Una peculiaridad de esta fiesta reside en que todos los gastos de los actos programados se sufragan con los donativos que torreños y foráneos aportan a los “Hermanos del Señor”, comisión organizadora de la fiesta, compuesta normalmente por cuatro matrimonios, y que cambia cada año. Con lo recaudado los “Hermanos del Señor” costean los actos de esta fiesta. Esta nació en un periodo en el que Torres sufrió una fuerte sequía, que aventuraba un gran desastre económico para los agricultores y ganaderos, quienes se movilizaron para conseguir la llegada de la tan ansiada lluvia. Un grupo de jornaleros — de ahí el nombre de esta fiesta se unió para rogar al Cristo Crucificado, mediante una procesión, la necesaria lluvia para los sedientos campos torreños—.

Se cuenta que, poco después de comenzar la procesión, el cielo se cubrió de nubes y la lluvia comenzó a caer sobre los necesitados campos. Tanto llovió que hubo que regresar al templo y los asistentes no podían reponer la imagen del Cristo en su altar. Lo más espectacular, dice la leyenda, fue que, cuando pudieron colocarla, comprobaron que el manto estaba totalmente seco, lo que atestiguaron los presentes y dieron fe para generaciones venideras. Desde entonces, en recuerdo de aquellos pioneros, se organiza esta fiesta.