La Chiquitilla del Gavellar regresa, un año más, a Úbeda

Fieles y devotos acompañaron a la patrona desde Santa Eulalia en una jornada de hermandad y convivencia

06 may 2024 / 07:00 H.
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Mayo es el mes de la flores y de la llegada a Úbeda de la Virgen de Guadalupe, patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad, que tras su retiro invernal en el Santuario del Gavellar regresa a su capilla, en la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares, donde permanecerá todo el verano. Hasta el Santuario y Santa Eulalia se dirigieron los más devotos para acompañarla en su romería. Una romería que este año ha estado marcada por la climatología y previsiones de lluvia y de frío, que finalmente se cumplieron pero que no ha sido óbice para que los devotos y fieles de la Virgen de Guadalupe hicieran, un año más, el camino que separa Úbeda de Santa Eulalia, bajo un aguacero incesante, y tras reponer fuerzas desde la aldea hasta el Santuario del Gavellar.

Finalizada la Santa Misa de Romeros, pasadas las 11:30 horas llegaba la “Chiquitilla del Gavellar” a Santa Eulalia y daba comienzo la Santa Misa, donde tuvo lugar la presentación de los niños y niñas a la Virgen de Guadalupe y la ofrenda floral. Como años anteriores las cofradías del Borriquillo, Resucitado, Oración y Costaleros montaron sus casetas y ofrecieron todo tipo de viandas a los romeros y romeras. Los romeros acompañaron a la patrona y regresaron con ella al filo de las 17:30, hora en la que se partió desde Santa Eulalia hasta Úbeda. Ya en el Molino de Lázaro la “Chiquitilla” fue recibida por José Carlos Biedma, y sobre las 20:00 horas comenzó la procesión de la Señora de Guadalupe, que contó con la presencia de miembros de la corporación municipal, presidente de la Unión de Cofradías y hermandades. Abrió el cortejo la Banda de Cornetas y Tambores de la Real Archicofradía y tras la patrona la Agrupación Musical Ubetense, dirigida por Rafael Martínez.

A pesar de no ser ubetense, para Rosario Campoy es muy importante el día de la romería, la cual vive de una manera muy intensa. Al igual que Inmaculada Muñoz, aunque la vecina se apenó de no poder acompañar a la patrona con carrozas hasta Santa Eulalia. “Es un día bastante especial. Hoy ha sido un poco raro por la lluvia, pero aún así los ubetenses estamos al pie del cañón con nuestra Virgen”, comparte María del Carmen Ortiz. Mismo sentimiento que el de Salvador García, para el que la Chiquitilla del Gavellar es “lo más importante que tenemos en nuestra ciudad”. “La Virgen de Guadalupe significa para mí un momento de unión, en este caso en las bandas, que nos juntamos para dejar rivalidades atrás”, manifestó Andrés Artero.

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