Procesión de Pasión, en olor de multitudes

Jesús Nazareno se reencontró con miles de fieles que la esperaban con cierta ansiedad. En una mañana nublada, la imagen y la de la Virgen de la Aurora realizaron un brillante desfile por las calles más céntricas. Estuvieron acompañadas de los sones de la Unión Musical de Bailén y la asociación de Canena. La novedad fue que el Señor salió después de ser restaurado en Sevilla por Enrique Lobo. Llevaba otra corona de espinas y una cruz que solo pesa ocho kilos, elaborada con madera de Canadá y con remates plateados, donación del cofrade José Luis González, “El Chito”. Además, varios cantaores locales como Alfonso Hombrados y Miguel Quiles le cantaron saetas a su paso por las calles Madrid y Santa Teresa. Se sucedieron los vivas. A la llegada al templo, se tocó el himno del Nazareno y hubo “levantás”.