Hallan restos humanos en una cueva de Villacarrillo

El Club Espeleólogo Alto Guadalquivir pone los huesos en manos de la Guardia Civil

18 dic 2018 / 12:08 H.

Inquietante hallazgo en la Sierra de Las Villas. Miembros del Club Espeleólogo Alto Guadalquivir encontraron, recientemente, restos humanos en una cavidad del término municipal de Villacarrillo, un descubrimiento que, al parecer, se produjo el pasado 1 de noviembre pero del que no se ha hecho público nada hasta ahora por indicación de las autoridades, para poder indagar el posible origen de estos restos. Se trata de fragmentos óseos de algunas partes de un cuerpo humano, donde se aprecia perfectamente la calavera de, al menos, una persona. “Son bastantes partes del cuerpo de alguien, pero solo extrajimos de la cavidad partes de la cabeza y poco más, para entregárselos a la Guardia Civil; el resto quedó allí pendientes de que los investigadores digan qué hacer”, explican miembros del grupo espeleológico villacarrillense. Aseguran que, por el momento, les han dado instrucciones de que no accedan más a esta cueva, que se sitúa en la Sierra de Las Villas, además de no desvelar datos de la misma, ni su ubicación, para evitar saqueos.

Este descubrimiento lo realizaron en una de las salidas que el club organiza por la zona para realizar prospecciones, lo que ellos denominan “una exploración rutinaria de cavidades y subsuelo”. Aprovecharon aquella jornada festiva del 1 de noviembre, les permitió organizar la salida enmarcada en este deporte, al que se dedican desde hace un tiempo como actividad de ocio. El equipo estaba formado por tres espeleólogos que se adentraron en una cavidad, de la que no quieren hacer público el nombre ni localización. Cuando se encontraban en su interior, se toparon con los restos y decidieron ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil para que pudieran investigarlos. Ellos mismos se encargaron de recuperarlos y extraerlos a la superficie, tras fotografiar el entorno donde se encontraban, una zona de acceso complicado, pero que no requería de material de progresión vertical para llegar hasta ellos. Aclaran que no pudieron entrar los espeleólogos de mayor tamaño, de hecho, fue un niño el que llegó hasta donde estaban los huesos y el que se sorprendió al iluminarlos con el frontal de su casco. Por el momento, la Benemérita tan solo les ha autorizado a hacer público el descubrimiento, pero, de momento, se desconoce nada más sobre el origen de los huesos, que pasarían a formar parte de investigaciones de posibles personas desaparecidas hace tiempo. Ha sido la Policía Científica quien se ha hecho cargo de los restos, para iniciar así diligencias sobre el hallazgo. Muchas incógnitas se tendrán que despejar, desde la más básica que es la antigüedad de los huesos.

Este club espeleológico se fundó hace unos años, movidos por experiencias anteriores de varios de sus miembros que, de forma organizada y federada, han dado un nuevo impulso a su afición espeleológica. Cuentan con el apoyo de la Federación Andaluza de Espeleología, FAE y el Ayuntamiento de Villacarrillo, entre otros. Su principal objetivo es el de fomentar la práctica de la espeleo, sobre todo, entre los niños y jóvenes, pero de una forma segura, por lo que fundaron una escuela donde entrenan técnicas eficaces de progresión vertical, bajo supervisión federativa, al estar integrados en la red de escuelas a nivel andaluz que promueve la Federación Andaluza.