Fervor por los santos patronos

Los arjoneros se vuelcan con la procesión de San Bonoso y San Maximiano

22 ago 2018 / 12:06 H.

En Arjona, desde que somos niños nos arropan con las banderas. ¡Fíjese si seremos devotos de San Bonoso y San Maximiano”. Así se expresaba José Barranco Ramírez, hermano mayor de este año de la Hermandad de San Bonoso y San Maximiano, patronos de Arjona. “Llevo trece años esperando esta oportunidad, y me ha llegado siguiendo un orden. Ahora hay apuntadas veintiocho personas, por lo que el último tendrá que esperar otros tantos años, hasta que le toque”. Los santos mártires eran ciudadanos romanos, nacidos en la antigua Iliturgi. Se convirtieron al cristianismo y fueron martirizados por mantenerse firmes en su fe. Arjona los tomó como patronos. Sus imágenes y sus reliquias salieron en procesión desde la iglesia de Santa María, que se encuentra frente al santuario. Las fiestas en su honor comenzaron el 11 de agosto, con la tradicional campanilla del turrón y finalizan el 24 de este mes. Esa campañilla consiste en el repique de una campana pequeña de la espadaña del santuario y desde allí se arrojan caramelos a los niños. Eso se repite cada día de la novena. Pero el día grande, el de la fiesta mayor, fue ayer martes. Por la mañana, a las 11,30 horas, con la llegada de los hermanos de los santos, a los que popularmente se les conoce como “pingüinos”. Cofrades que en su origen procedían de una antigua orden militar y conservan los cargos de hermano mayor, capitán y alférez. Visten de uniforme y utilizan sombrero de tres picos e, incluso, portan alabarda y pica. Por la mañana, a las 8, van por las calles del pueblo, cubriendo a los arjoneros con las banderas, en lo que se denomina echada de banderas. Ese hecho simboliza la imposición de manos de los santos patronos sobre su pueblo.

Por la tarde se celebró una eucaristía y a las nueve culminaron los actos religiosos con la salida en procesión, en andas, de los santos Bonoso y Maximiano y de las sagradas reliquias. Las andas fueron sacadas por un cuerpo de anderos elegidos por sorteo de cuantos se apuntan para ese menester.

Previamente, en la iglesia, el numeroso público que la abarrotaba cantó el himno de los patronos. Primero se sacó la imagen de San Bonoso, con los sones de la Lira Urgavonense. Posteriormente, un templete plateado con las santas reliquias, y, finalmente, a la imagen de San Maximiano, entre vivas proferidos por el numeroso público concentrado en la plaza. Alfonso Pérez, vocal de formación de la hermandad, precisa: “Siempre se sabe cuándo sale la procesión, pero no cuándo se recoge”.