El “microturismo” abre una nueva oferta en las sierras

Medio Ambiente prohíbe recoger más de tres kilos por persona

13 nov 2018 / 12:10 H.

Tras una temporada “nefasta” hace un año, por la falta de lluvias a principios de otoño, las generosas precipitaciones de este año —la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir indica que el inicio del año hidrológico había sido el más generoso de los últimos 25 años— ha vuelto a sacar a los aficionados a la micología a las sierras jiennenses y esta disciplina se convierte, año tras año, en una de las atracciones más promocionadas y “vendidas” por el sector del turismo rural. En plena temporada alta —a lo largo del mes de noviembre y diciembre—, Jaén se sitúa en los últimos años en la tercera provincia andaluza con más viajeros de turismo rural, más de 6.000 en tan solo dos meses, según la Encuesta de ocupación de alojamientos de turismo rural —son muchos los empresarios de las sierras y parques naturales que apuestan por celebrar jornadas específicas que supongan un atractivo y abran mercados por explorar—.

De hecho, este mismo fin de semana se celebraron las Jornadas Micológicas de la Sierra de Segura, organizadas por el Centro de Ocio y Turismo El Tranco, con muy buena aceptación. Dirigidas especialmente a aquellos que se inician en el mundo de la recolección de las setas, introducen una variante también atractiva como es el uso en la cocina. Además de la clase teórica en la que enseñaron cuáles son las setas más comunes de la zona y la práctica, de mano de un lugareño, llevaron las “capturas” de la tierra a la mesa, con un taller culinario. Resaltan también otras citas con solera en el calendario otoñal como las de Siles o las celebradas, en los últimos años, en Despeñaperros. Cabe recordar que, para que esta práctica sea sostenible, hay una ordenanza que la regula en terrenos forestales de la Consejería de Medio Ambiente. Este año, la resolución especifica que la recogida para el autoconsumo no puede superar los tres kilogramos de peso por persona y día. Además, la recogida no conllevará alteración de la capa superficial del suelo, por lo que se prohíbe expresamente el empleo de herramientas como rastrillos, escarillas, azadas u otros utensilios que remuevan el mantillo y produzcan daños en el micelio de los hongos, lo que puede impedir la aparición de nuevos ejemplares en el futuro.