Celebración que lucha por mantenerse en el tiempo

Una misa y la posterior procesión son las únicas actividades programadas para venerar al mártir San Sebastián

21 ene 2019 / 12:03 H.

Los vecinos de Higuera de Calatrava decidieron, hace unos años, en una consulta que volviera a ser festivo local la fiesta del patrón, San Sebastián. Consciente de esa voluntad, el Ayuntamiento, dirigido por el alcalde, Juan de Dios Ortega, se esfuerza para que la celebración se mantenga. La de 2019 fue la tercera edición después de que se recuperara y la segunda en la que hubo procesión. Aunque Ortega reconoce que la afluencia fue menor que en 2018, persiste en su apuesta, con otros convecinos, para que la iniciativa continúe.

De hecho, el propio responsable municipal se convirtió en andero y portó al santo mártir. Los actos programados fueron muy sencillos. A las seis, el párroco, Jesús Millán, ofició una misa en la iglesia de la Inmaculada Concepción. Justo a continuación partió la procesión, acompañada de la banda de música de Escañuela. A pesar del ambiente frío un grupo de vecinos se desplazó hasta el templo y luego participó en la procesión por las principales calles del casco urbano higuereño.

La dificultad de relanzar la iniciativa festiva es máxima porque San Sebastián no cuenta con cofradía y la convocatoria tiene que “competir”, a lo largo de los meses de invierno con otras celebraciones con tirón. Por otra parte, en las cercanías de Higuera se halla Santiago de Calatrava un municipio en el que el arraigo de las celebraciones sí es muy destacado.

De hecho, la de enero no es la única vez que San Sebastián recorre las calles. En agosto son las fiestas del copatrón, San Roque. Entonces, la población de Santiago de Calatrava se incrementa de manera considerable, con el retorno de decenas de emigrantes afincados en diferentes regiones españolas. Es otro festivo local en el que las dos imágenes, la del soldado galorromano martirizado en el siglo III y el peregrino del XIV especializado en combatir la peste, relucen entre cientos de fieles.

La tercera fiesta religiosa de relieve, en este caso en primavera, es la de San Isidro Labrador, como no puede ser de otra forma en un pueblo netamente agrícola. Precisamente dentro de la consulta que reinstauró San Roque se optó por deja en suspenso el festivo local de mayo, que ahora, para garantizar la presencia de gente, se vive siempre en fin de semana.