Un incómodo rodeo de kilómetros

Las obras en El Portichuelo alarga el camino de Santa Ana a Alcalá y viceversa

20 ago 2018 / 12:01 H.

Alcalá la Real y la aldea de Santa Ana nunca estuvieron más lejos. No es que el emplazamiento de ambos núcleos de población haya cambiado, sino que la ejecución, por parte de la Junta de Andalucía, de dos rotondas en la zona de El Portichuelo obliga a dar un rodeo kilométrico para ir desde una población a la otra y viceversa. A pesar de que el Ayuntamiento anunció que la interrupción del tráfico se efectuaría el 6 de agosto, hasta el pasado viernes, cuando el corte se hizo definitivo, se permitió el paso.

El rodeo, de en torno a tres kilómetros —cuatro a quienes se dirigen hacia la Fuente del Rey— no deja indiferente a nadie, pues supone el doble o más de la distancia habitual. El sentimiento de los afectados oscila entre la resignación y el descontento. El corte repercute no solo en quienes se dirigen de Alcalá a Santa Ana y viceversa, sino a quienes llegan de Frailes, Ribera Alta y Ribera Baja y quienes desean acceder a estos tres núcleos de población desde alguna de las dos anteriores.

El malestar es especialmente patente entre quienes tienen que cubrir el trayecto varias veces al día. Hay gente que vive en Santa Ana y trabaja en negocios de Alcalá y personas que residen en la ciudad de la Mota y trabajan en algunas de las muchas fábricas santaneras. Esto hace que muchos vecinos tengan que hacer cuatro o más veces diarias el dilatado trayecto, lo que multiplica el tiempo empleado y el gasto en carburante. De hecho, por el entorno cortado solo pueden circular los dueños de viviendas del tramo de la A-403R cerrado al tráfico rodado y siempre con precaución y restricciones.

Algunos santaneros se sienten molestos con las declaraciones del alcalde alcalaíno, Carlos Hinojosa, que llegó a decir que las críticas solo podían responder a desconocimiento o demagogia. El responsable también destacó que el corte se había tomado en función de criterios técnicos. Algunas voces lamentan que las obras se ejecuten en plena época veraniega, cuando más tránsito hay hacia los chalés y temen que complicaciones puedan prolongar el plazo de unos tres meses estimado para las obras. Por otro lado, los dueños de negocios subrayan el “claro perjuicio” para sus actividades económicas de los ambages para llegar de la ciudad a la aldea y viceversa. Como efectos colaterales, se intensifica el tráfico normal y pesado, en la variante sureste —que va de la Alcantarilla del Matado a la zona del Llano de Mazuelos— y en la carretera de Iznalloz, con embotellamientos en horas puntas. Quienes no desean dar la vuelta optan por llegar a la Fuente del Rey por el camino que parte de la Cruz del Rayo. Coinciden, en sentidos opuestos, vehículos en un carril muy pedregoso y algo estrecho.