Adiós a las fiestas patronales

Las malas condiciones meteorológicas protagonizan los festejos villanoveros

12 sep 2018 / 12:22 H.

La Feria y Fiestas de Villanueva del Arzobispo, que se celebran anualmente en honor de Nuestra Señora la Virgen de la Fuensanta, llegaron en la jornada de ayer martes a su final.

Durante el día, al término de la diana para despertar al vecindario y anunciar el último día de feria, no pudo faltar la típica “Pava”. Se llevó a cabo después una chocolatada para los más pequeños. Tras esta llegó un momento esperado por los pequeños, e incluso por los padres: se celebró un encierro infantil por el mismo recorrido que los mayores. No faltaron cohetes, carreras, sustos entre los pequeños y sus padres y esos toros animados, con la única intención de fomentar la fiesta nacional entre los pequeños. Tampoco faltaron a la cita cogidas, improvisadas y ficticias, y la ambulancia que les acompañó durante el encierro. La mañana, dedicada casi por completo para los pequeños, continuó con un gran parque hinchable acuático en la plaza mayor, a cargo de Diverocio. Por la noche, para despedir las fiestas, se celebró en la avenida de la Paz la quema de unos fuegos artificiales piromusicales con baile y, en el auditorio San Blas, la última verbena con las orquestas “ Zócalo”, “Rocopop” y “Pentagrama”.

La suspensión de varios de los actos principales por la aparición de la lluvia ha sido uno de los puntos más llamativos de la Feria y Fiestas 2018. Algunos de ellos fueron la procesión de la Virgen de la Fuensanta, la corrida de toros, que contaba con un cartel de primer nivel, además del “Tu festival me”, que tenía asegurada la presencia de los artistas de altura como Maki, Rasel y Decai. El espectáculo que el tiempo permitió festejar fue el Gran Prix, que este año se celebró sin la típica vaquilla, pero que fue muy divertido.

La población se prepara ya para festejar a San Miguel Arcángel, donde si el tiempo no lo impide, la imagen de la Virgen de la Fuensanta y de San Miguel Arcángel, saldrán en procesión por los alrededores del templo, en una celebración religiosa que año tras año congrega a cientos de vecinos procedentes de las cuatro villas.