Un empujón más

    14 mar 2019 / 11:32 H.

    Senegalesa, negra, mujer. Vive en España desde hace tres años y, para obtener los papeles, una señora me hace el favor de firmarme un contrato, dice, mientras nos muestra una cesta con collares, pulseras y pequeños abalorios, cuya venta le posibilita enviar dinero a su hija y a su madre, que están en Senegal, y pagarse ella la Seguridad Social. Nos lo cuenta mientras tres mujeres del primer mundo tomamos un café el día 8M. Se la ve feliz por haber logrado salir de la miseria, aunque no puede permitirse protestar ni reivindicar nada. Por ella, y por tantas otras mujeres de cualquier lugar del mundo, que no pueden ejercer sus derechos, que sufren la ablación, la miseria, los malos tratos, las violaciones y los asesinatos de género, nos hemos manifestado las españolas de todo el territorio, que, como ella, sufren desigualdades y atropellos, pero también las solidarias, aunque la vida nos haya dado ventajas, o nos las hayamos ganado en la lucha diaria. No estamos solas. Este año se han unido más hombres inteligentes, que no se sienten agredidos por el hecho de que nosotras seamos tan libres como ellos y convivamos en plano de igualdad. Sin sectarismos... Aún queda mucho, pero esta manifestación nos acerca un poco más.