Modelo de peatonalización

Los comerciantes afectados por la peatonalización del centro de la capital están en pie de guerra. No les convence el plan ideado por el Ayuntamiento, que pretende crear un circuito cerrado al tráfico en lugares en los que hay una gran concentración de establecimientos comerciales y hosteleros y monumentos. En realidad, están de acuerdo con el fondo de la cuestión, pero difieren en la forma. Es decir. Quieren que haya menos coches en su entorno, pero consideran que el proyecto está mal diseñado. El problema que plantean es que los clientes tienen serias dificultades para desplazarse al centro tanto con sus vehículos particulares como a través del transporte público, no solo por el acceso en sí, sino también por el estacionamiento. Creen que se empezó la casa por el tejado y, en este sentido, apelan a la sensatez para que primero se procuren facilidades y, después, se restrinja el tráfico. Los comerciantes se quejan de una importante bajada de las ventas y están dispuestos a salir a la calle para poner blanco sobre negro. Sin embargo, no se quedan solo en la crítica, sino que plantean soluciones. En este sentido, una de ellas pasa por apostar por la peatonalización solo durante los fines de semana. Ni que decir tiene que la manifestación, anunciada para el lunes día 26, llega en un momento delicado, a las puertas de unas elecciones autonómicas, por lo que hay quienes piensan que determinados partidos “utilizan” a los comerciantes con fines políticos. No habrá más remedio que buscar un equilibrio entre la eliminación de tráfico en el centro de la ciudad sin menoscabar el bolsillo de los propietarios de tiendas y bares. Es la única manera de que, por ejemplo, la Catedral sea Patrimonio de la Humanidad.