Todo lo
que hay

    15 feb 2019 / 11:55 H.

    Todo lo que sabemos del amor, es que el amor es todo lo que hay”, afirmaba Emily Dickinson, seguramente en uno de esos días en los que, enclaustrada en su habitación, escribía a ese sentimiento tan real y tan necesario. Cuán importante es amar y sentirse correspondida y correspondido. “Todo lo que hay”, porque da igual a quien se ame o lo que se ame. El amor es un universo de emociones al alcance de todas y de todos. Hay amor en cada cosa y en cada ser. También hay amores que “matan” y otros que “resucitan”, aunque siempre que la palabra “amor” vaya impresa en cualquier corazón, debe ser porque sana hasta curarte de toda decepción. Nadie muere de amor porque de amor se vive. Llamémoslo entonces desamor. El corazón tampoco se parte por amor. No confundamos la decepción o el desamor, con algo que despierta al ser del letargo. Salimos del coma emocional cuando abrimos los ojos a la vida. Y de la vida, surgen pupilas que conectan mundos a través de perspectivas opuestas o iguales. Al final, “el corazón es un niño que espera lo que desea”, como bien apunta un proverbio ruso, aunque a veces ese deseo pueda verse frustrado por la propia realidad. Puede que ignoremos todo lo que sabemos del amor.