Su
querid@ profe

    20 jun 2018 / 09:03 H.

    Despunta el día, ya vislumbramos el nacimiento de la emocionante lucha del maestro y maestra con sus alumnos, domando potrillos en pro de lo mejor para ellos. Se rebrincan asilvestrados los niños adormecidos por no querer el bocado de la sabiduría que tan dulcemente recibirían de no ser por sus querencias infantiles. Se ve como se quieren y como se “odian”, cual guerra entre el bien y la testarudez, pero donde siempre, siempre, triunfa la emoción de quien bien te quiere. Cuidan de lo mejor que tenemos y los lanzan hacia el porvenir, el mejor que ellos mismos desearían para sí, ese mismo que todos le debemos reconocer. Lo han sido, son y serán el faro del saber, del buen ser y de la entrega al cuidado y enseñanza de nuestras almas ilustradas. Al menos es seguro que quedarán resarcidos los malos ratos, por abrazos y palabras cariñosas, más aún al surgir el destello vidriado en sus ojos, el del último día de clase. Esta semana se acaba la agonía de un indeleble querer y no querer, que al recordar que tú fuiste su querid@ profe le hará llorar.