Seguimos sin evolucionar

    07 sep 2018 / 09:16 H.

    Sorprende que algunos economistas y políticos se alarmen de que nuestra economía se vaya ralentizando, como si no tuviéramos casi todas las papeletas para que pasara. La recuperación que estamos viviendo no tiene bases sólidas. El primer tropezón que ha sufrido es el encarecimiento de las materias primas energéticas que ha repercutido negativamente en el consumo interior, desviando parte de nuestra renta a los exportadores de esas materias en vez de a nuestras empresas. Se esta acabando el petróleo y gas barato que nos ayudo a salir de la crisis. El segundo elemento en que se basó nuestra recuperación está empezando a dar muestras de reajuste. Ya no crecemos en turistas sino todo lo contrario, por ahora es solo una señal porque parece que el decremento ha sido en los turistas de menor poder adquisitivo. Nos queda sufrir un impacto de mucho calado que es la subida de los tipos de interés. Se necesita un acuerdo social y político para invertir en nuestro cambio productivo y aumentar el sector industrial y de nuevas tecnologías. La única medida que se ha hecho es disminuir el coste salarial y dañar el estado de bienestar. Como ejemplo compare el Jaén de 2011 y el de hoy.