Provisionalidad

    12 ago 2018 / 12:07 H.

    Puso en un platillo de la balanza su legítima ambición y en el otro el riesgo de las compañías que aceptaba para consumar el objetivo de largar a Rajoy. Dos meses después sus socios ya la han tumbado en temas económicos primordiales. Descansa en la tregua del verano pero septiembre está a la vuelta y comenzará el calvario. En unos días, aniversario de la acción terrorista en Barcelona, constatará que los catalanes prosiguen su deriva independentista, que los vascos querrán seguir recibiendo presos de ETA y que les suelte los 26 millones de euros que les burló Rajoy cuando le traicionaron. Y así, unos y otros le seguirán acosando con sus demandas lo que supondrá un gobierno débil que fabrica decretos para atender peticiones de los asociados. Consciente de su precaria situación fabrica discursos que conformen al personal y a unos les dice que el pudridero de Franco toca a su fin, a otros que tenemos una “monarquía ejemplar “ y mientras sin pudor se apropia de la subida de las pensiones que fué un logro anterior a su llegada. Ahhh y conforma a los suyos con cargos bien remunerados en las empresas públicas. Carnaza para un personal que se pregunta si está provisionalidad puede durar o cuando su hombre en el Cis le susurrará disolver y convocar elecciones.