Los periodistas

Desconozco la historia de la prensa, pero no creo que haga falta investigar mucho para pensar que la prensa, en concreto la escrita, nació como una necesidad de la ciudadanía general a fin de que estuviese informada, con verdad, de las cosas públicas. Así, se ofrecía a la sociedad un cierto método de conocimiento y, por tanto, de control de lo que ocurría a su alrededor. Me atrevo a pensar, y creo que no me equivoco, que, hoy día, la práctica totalidad de los estudiantes de periodismo en España son personas idealistas que tienen puesta su ilusión en comunicar con verdad las noticias que les lleguen, una ilusión movida también por hacer justicia desde su tribuna pública, una ilusión motivada, desde la honestidad, en ejercer de cuarto poder, ese noble poder cuya naturaleza está, en parte, en controlar a los poderosos. Aunque no podemos ser ingenuos y creer que todo el periodismo es así, pienso que la mayoría de los periodistas tienen ese espíritu. Dios quiera que las conciencias de esos tantos no se deformen nunca, defiendan siempre la verdad, y sepan incluso rectificar públicamente cuando comprueben que alguna información que obtuvieron fue engañosa y les hizo errar la noticia.