Pobre España

Ya era hora de que tuviéramos una primavera en condiciones aquí, en la capital del calor. Por ahí, en España, la cosa está plena de sobresaltos térmicos y políticos. Con todo, lo que realmente me ha estremecido ha sido el suicidio de un hombre este jueves en Cornellá. Debía 6 meses de alquiler de un piso propiedad del Banco Popular y, antes de que lo desahuciaran, se ha tirado por el balcón. Seguramente la cebolla estaría poniendo contra las cuerdas la supervivencia del banco, pobrecitos. Sí, me dirán que han pasado cosas más notorias, quizás, pero no más importantes. A los tíos del taco se la suda, ellos a lo suyo que es hacer caja, sea como sea, y no devolver la deuda contraída con el estado por el reflote a la banca, que la hemos pagado todos y no devuelven un jandón. Mucho me temo que esta noticia pasará en un par de días de ser actualidad y nos centraremos en lo que nos va, el espectáculo político, el mundial de futbol y la lucha encarnizada a ver quién es más español. Porque apretarles los remaches a los granujas no se lleva, nuevamente nos cebamos con los débiles. Pobre España.