Nos quedan las alemanas

    16 ene 2019 / 11:50 H.

    Me decía la pasada Nochevieja una Erasmus alemana que está estudiando en Jaén, que no entendía cómo a la gente de esta ciudad no le gustaba Jaén, y se extrañaba del porqué siempre los jiennenses criticaban todo lo de aquí, para terminar diciendo en un español bastante decente: “No sabéis lo que tenéis”. Y ojo; que la joven viene de una ciudad alemana declarada Patrimonio de la Humanidad; o sea, que tiene un concepto de la estética bastante cultivado, se supone. Y es que para los que vivimos en nuestra ciudad, es normal criticar lo nuestro. Nos enzarzamos en discusiones interminables en torno a la peatonalización del centro, o la conveniencia o no de celebrar las lumbres de San Antón, con todo lo que conlleva, entre semana o en sábado. Dejamos morir zonas de la ciudad, como Jabalcuz o Los Cañones, que ya quisieran muchas capitales de España tener, o el casco antiguo al que damos la espalda desde hace años, siendo este una joya que ni los propios jiennenses valoran. Y si a todo ello unimos la indolencia del jiennense, junto con el poco compromiso de nuestros políticos, nos da como resultado una ciudad con una autoestima baja. Menos mal que, de vez en cuando, viene alguna alemana para alegrarnos el oído.