con derecho a decidir

Que las mujeres luchemos por la posibilidad de abortar no implica que creamos que es una decisión fácil. Como sea, quien realmente se ve en la necesidad de hacerlo lo hará de una forma u otra, y nuestro deber como sociedad civilizada es garantizar las condiciones adecuadas para ello. El aborto clandestino causa muertes y secuelas, y los verdaderos culpables son aquellos que niegan a esas mujeres la posibilidad de decidir. No solo es una decisión personal, sino también moral, pero nadie puede basar sus argumentos en falacias. Existe un tiempo límite para abortar, lo que evita que tenga que dañarse a ningún ser humano, ya que éste está incompleto y ni siquiera tiene aún capacidad para ello. De nada sirve compartir fotos de mal gusto en las que el feto bien podría ser una cría de elefante. También es absurdo pensar en lo que pudo ser y no fue, o lamentarse por la conciencia de un ser humano que nunca terminó de constituirse por completo. Estas ideas virales únicamente son fruto del fanatismo o de la ignorancia, y no deberíamos permitir que sigan extendiéndose.