Lorenzo Goñi y el cosmos

    16 feb 2018 / 09:25 H.

    El 24 de octubre de 1865 se publicaba en París “De la Tierra a la Luna”, de Julio Verne. Esta novela de ciencia ficción iba a ser un presagio de lo que sucedería cien años más tarde, cuando el Apolo 11 alunizó. Científicos creyeron que era posible realizar el proyecto de Julio Verne. También debió quedar impresionado Lorenzo Goñi —su hija Inés confirma que la leyó— ya que el 27 de octubre de 1955, en el número 3 de la revista “Don José”, en la portada de la misma dibujó el lanzamiento de un astronauta español, cuyo impulso para alcanzar la órbita “Velocidad de escape” fue un mecanismo muy nuestro, “una patada en el trasero”, describe la Tierra y el firmamento donde vemos la Luna y tres satélites, uno de ellos SAT. A3Z con forma de esfera y antenas en la superficie similar al Sputnik 1, lanzado el 12 de abril de 1961, cinco años después. Goñi nos sorprende con dos satélites más. El astronauta que manda a la Luna Goñi recibe una patada de tal fuerza que deja una señal inequívoca detrás de él, va equipado con una mochila donde se indica Satelite PP-01 y en la parte superior un recipiente que comunica con la escafandra mediante una goma, tal vez el aporte de oxígeno necesario para el viaje. Lleva en su mano un paraguas que le puede servir para protegerse de los meteoritos. No sabemos si llegó a la Luna.