El arte español

    17 feb 2019 / 11:08 H.

    Llama la atención que una nación como España, a pesar de la invasión francesa, el episodio de la desamortización y la guerra civil, siga conservando un patrimonio religioso y civil que, por detrás de Italia, es el más extenso del mundo. Un país donde no se ponía el sol puede presumir hoy día de contar con los mejores edificios de todos los estilos artísticos desde el románico hasta las recientes vanguardias sin olvidar su pasado ibero romano. España no solo es un país de paso de culturas y civilizaciones sino un lugar donde podemos seguir admirando la belleza y multitud de lo que hemos llamado el arte español. No es baladí que ochenta y dos mil turistas que nos visitan no solo vengan por sus playas y gastronomía, sino por una monumentalidad rica en oferta y pluralidad. El arte español tiene una idiosincrasia espacial, hemos sabido convivir juntos durante muchos siglos a pesar de nuestras diferencias y enfrentamientos y esto ha conformado un país rico en patrimonio religioso y crisol de arte en todas sus dimensiones con proyección a América latina. España se vende sola a cualquiera que aprecie la belleza, estime la historia y sea sensible a la cultura que llena nuestras catedrales, iglesias, bibliotecas, museos, palacios y pueblos a lo largo y ancho de nuestra geografía.