La vida
es sueño

Me he permitido la licencia de acudir a Calderón de la Barca para titular esta colaboración y recoger algunos de los sueños de mis vecinos de Jaén. Es curiosa la coincidencia de muchos en liberarnos de la mediocridad política jaenera. Si acudiésemos a las interpretaciones de los sueños de Sigmund Freud, un ejemplo sería “nuestra caída permanente durante años”, casi podríamos asegurar décadas, probablemente todos entenderíamos que algo no va bien en nuestro entorno vital, municipal, en nuestra ciudad. En circunstancias normales, nos haría plantearnos una “elección” o considerar una nueva dirección de nuestra vida, algo casi impensable para algunos fans del trabajo mal hecho. El vértigo que les provoca cambiar los políticos en esta ciudad, no se entiende nada más que desde la apatía y desgana. Jaén y sus lugares sugerentes tienen esa virtud de cautivarnos y enajenarlos. Así pues, borremos de nuestros sueños la “sensación de que volamos”, ya que no nos liberará de la situación municipal. Todos nos haríamos un favor si desveláramos sus imperfecciones y defectos, estoy convencido de que aportaríamos soluciones y dábamos salida a mucho “impostor”.