Justicia copera

07 sep 2018 / 09:16 H.

El debut del Real Jaén en la Copa del Rey fue más que aceptable. Eliminó al Talavera, un equipo de Segunda B, al que dominó ampliamente con fútbol y goles en la primera mitad y al que, en la segunda, con dos goles de ventaja en el casillero, lo dejó más suelto. El conjunto de Germán Crespo mereció ganar con claridad de haber aprovechado las innumerables ocasiones que tuvieron jugadores como Juanca, Raúl García y Jorge Vela, entre otros. El Real Jaén tuvo más el balón y lo administró casi siempre mejor que su rival. Surgió ese maleficio que existe en el fútbol cuando se empieza a ganar pronto por dos goles de ventaja. Algo que no es un maleficio sino un acomodamiento del conjunto llevado de la confianza que le presta el marcador. Entonces, si el adversario logra acortar distancias, se crece mientras al que va ganando le cuesta reaccionar y encontrar el ritmo anterior.

El Real Jaén volvió a encontrarse en la segunda parte de la prórroga en la que pudo resolver Cervera con un disparo al poste. Fueron los penaltis los que resolvieron el choque gracias a la excelente actuación de Ángel de la Calzada, que detuvo dos y que ya, durante el encuentro, realizó un par de intervenciones magistrales. Al final, Fragoso marcó el penalty que daría la clasificación para la siguiente ronda al equipo jiennense. Y fue justa porque el conjunto blanco superó en gran parte del encuentro al talaverano, que no dejó evidencia de su superior categoría ni del hecho de jugar en su propio terreno. Es pronto, pero hay que reconocer que el equipo de Crespo va mejorando, va adquiriendo compenetración, soltura, intensidad, fue más incisivo y creó más oportunidades de gol que en las dos ocasiones que pudimos verle en el Estadio de la Victoria frente al Linares.

Nada de lo que ocurra cuando la Liga acaba de comenzar debe ser definitivo. El adversario, el Linares, siempre exige mayor atención, más responsabilidad y el hecho de presentarse ante una afición bastante más numerosa y en un campo con un aspecto bien distinto al que los nuevos jugadores blancos estaban acostumbrados tiene su incidencia anímica y la carga de nervios aumenta. Esto se irá aminorando cuando el plantel y la afición se conozcan mejor. Aunque si por estos pagos no cambian algunas cosas, a los futbolistas los conoceremos por su número de dorsal y no por su cara, porque se puso complicado esto de las fotografías.