Elogio del cambio

    10 jun 2018 / 10:38 H.

    No hay nada más humano en la persona que el cambio hasta en la manera más profunda de funcionar. El cambio, en griego metanoia, es la conversión del ser humano que tiende más a encerrarse en sus esquemas y seguridades que a abrirse a la renovación, en definitiva al crecimiento. No todo cambio es bueno ya que debe ir acompañado de la inteligencia que debe guiar las decisiones humanas frente al nepotismo del sentimentalismo, que no del sentimiento. Si las cosas funcionan, ¿para qué cambiarlas? Estos días asistimos a un cambio de Gobierno; como sociedad democrática, unos lo contemplan con agrado y otros no. Yo solo espero que estos cambios se hayan hecho con inteligencia, no de manera partidista, en consecución de la mejor convivencia entre los españoles que ya gozan de trincheras y frentes donde se enfrentan unos a otros y no puede ser el gobierno de la nación otra brecha donde haya que combatir cuerpo a cuerpo. Quiero confiar en la democracia, en la unión de los demócratas, en la pluralidad siempre necesaria y en la convivencia de un pueblo formando por sensibilidades históricas que es lo que hace de España una gran nación. No quiero oír más eso de que el peor enemigo de los españoles son ellos mismos. Esto sí necesita de un cambio urgente y profundo.