España: País de glotones

    03 jun 2018 / 10:37 H.

    Si buscamos en Internet casos de corrupción en España, encontraremos muchos: Caja Madrid, Banca Catalana, Bankia, ERE, Filesa, Gürtel, Malaya, Mercamadrid, Noós, Palau... y así podríamos completar unas cuantas páginas. De estos casos de corrupción, algunos de ellos ya juzgados y otros aún por juzgar, son protagonistas políticos o gentes cercanas al poder de distinto signo, raza o sexo. El corrupto no nace, sino se hace. No nacemos con esa predisposición al choriceo, al ganar dinero de manera poco honrada, pero en cuanto lo tenemos cerca, es como una tentación a la que es difícil resistirse. Imagino que debe de ser como si a mí me ponen a las cinco de la tarde un dulce recién hecho a un metro durante un día, y otro, y otro, y nadie mira. El primer día, a lo mejor le paso el dedo por encima y lo chupo. El segundo día, le doy un pequeño bocado, y así, poco a poco, hasta que me lo acabo comiendo mientras no me ven. Y después de ese dulce, vendrán otros dulces más. Lo que ocurre es que, en la mayoría de las ocasiones, el dulce no se lo come quién más hambre tiene, sino quién más ansias por comer tiene, y por desgracia, vivimos en un país de glotones.