El patio del hartazgo

Al patio de luces político nada idílico le están saliendo demasiadas sombras, más lo que te rondaré, morena. Por otra parte, un patio masterizado no ayuda a creer en la honorabilidad y la decencia de quien se salta a la torera las normas conductuales que toda sociedad democrática debe cumplir como norma de obligado cumplimiento. Se falsea los másteres o las tesis doctorales, pero aquí, no pasa nada, es decir, sí que pasa cuando a la prensa se la amenaza, recordando viejos tiempos dictatoriales, no erradicados si nos atenemos a los recientes casos que sonrojan a la inteligencia ciudadana. Un bochorno bochornoso, valga la redundancia, es aguantar la cara dura de los que van por la vida y presumen de un máster conseguido con chanchullos llamados tratos de favor, propia de los tunantes de turno, que juegan a la baraja con las cartas marcadas para ganar con fullerías odiosas, pero castigables por el imperio de la ley. El título universitario solo se consigue hincando los codos bastante tiempo, quemando pestañas a la luz del flexo , y robándole horas al sueño, y no de una manera fraudulenta.