Jaén

    28 feb 2019 / 19:22 H.

    Jaén,

    dulce capital del Santo Reino.

    Con sierras de olivares avivas
    tus paisajes

    y un cerro te acuna, desde lo alto,

    mientras tiemblan las campanas
    sonoras

    de tus linajes.

    Son tus calles unos rincones
    misteriosos

    que defienden su urbe empinada.

    Tu gente; la raíz más fuerte

    que se teje en el horizonte

    de tu mirada.

    Jaén,

    luz de luna

    en tus noches estrelladas.

    Luz de sol

    al batir la mañana.

    Y, cuando la tarde se deja caer,

    tu cielo se viste

    de novia enamorada.

    Es tu tierra el manjar de las flores,

    la caricia pedida,

    la sonrisa encontrada.

    Y tus ríos son el sonoro murmullo

    de un rostro infantil

    que, ante ti, se queda mudo.