Al fondo a la derecha

    09 jun 2018 / 10:54 H.

    Derrotado por los votos de la mayoría de los representantes de todas las urnas de los pueblos de España, Rajoy abandonó el Congreso y se fue al bar. Para qué ir al curro, si te van a echar mañana. Póngase unas cañas, apague la tele e indíqueme dónde está el baño. Sentado, sudoroso y pensativo se afloja la corbata, desabrocha el cuello de su camisa y apretando las manos con fuerza hace sonar sin ruido, ante la atenta mirada de íntimos y escoltas que le acompañan en la mesa, el réquiem de su despedida. En silencio cavila su cabeza dando marcha atrás al casete de su memoria. Pero como empieza a oler, rápidamente rebobina, esta vez para adelante, y le pide al camarero que les llene y le traiga la carta de las raciones. De ronda en ronda y entre intermedias visitas al baño para darle unas caladas al puro, pasó la tarde y llegó la noche. A punto de caramelo quedó la cosa cuando a la hora de cerrar, todos los allí presentes sin corbata y en armonía, entonaron el “Y no pido perdón” de Marta Sánchez, mientras intentaban hacerse otro “sinpa”.