Multitud de actividades con motivo del mercado medieval

El Paseo de Linarejos se llena de público a lo largo de varias jornadas

18 mar 2019 / 16:15 H.

Viaje a siglos pasados en el Paseo de Linarejos. Un mercado medieval se mantuvo todo el fin de semana repleto de actividades. Multitud de puestos de venta se instalaron. Se incluían, entre ellos, los dedicados a vender incienso, infusiones, cosmética natural, golosinas, dulces, embutidos o quesos, entre otros artículos. Además de la gente paseando por ellos, se instalaron diversas actividades, juegos y atracciones para menores, un barco con forma de dragón, espectáculos de títeres, juegos, talleres y animaciones. Un escenario acogió varios espectáculos de música celta, así como actuaciones de faquires. También se podía matar el hambre en el bar, donde se servían pescado, parrilladas o paella. Para el postre, algo dulce como churros, crepes, gofres o tartas caseras. Todo artesanal y realizado a mano por los comerciantes que quisieron visitar la ciudad con sus puestos de venta y que se metieron en el ambiente de la época gracias a la vestimenta típica.

La Edad Media inundó Linares durante todo el fin de semana, gracias a la amplia programación para todos los públicos. La inauguración se realizó el viernes pasado con un pasacalles. Después se realizó un taller de dibujos medievales, taller de mosaico y exhibición de aves rapaces. El sábado, el mercado estuvo abierto a partir de las once de la mañana. Para la tarde, más animaciones y un taller de espadas medievales, así como la exhibición de lucha Vikinga o el espectáculo de magia e ilusionismo. También hubo otros espectáculos de contorsionismo y fuego o telas aéreas y aro. El domingo hubo un taller infantil para decorar sus nombres y una charla de cultura y mitología nórdica. Se hicieron diferentes exhibiciones de las aves rapaces, que también estuvieron expuestas durante todo el fin de semana en el mercado, para que se pudieran ver y conocer de cerca. Por la tarde, continuaron las animaciones, talleres y espectáculos. Como actividades permanentes estuvieron el pozo de los deseos, mesas lúdicas, atracciones infantiles, dragón balancín, tiovivo y castillo hinchable. En definitiva, un lugar muy completo en el que trasladarte por unas horas a la época medieval en la ciudad.

La gente acogió de maravilla todas las actividades y la participación fue muy activa. Contribuyó también la instalación del circo, que estuvo también en la explanada de la Estación de Madrid. Un gran ambiente se generó entre la gente de la ciudad y la gente de fuera, que vino a ver los diferentes eventos que acontecieron en la ciudad. En contra, el aparcamiento y el tránsito en coche u otros vehículos, ya que se hizo bastante difícil circular y aparcar por la zona del centro. A favor, la meteorología, que dejó ver el sol durante todo el fin de semana, aunque sin demasiado calor. Solo a las horas centrales del día se hacía más difícil caminar por el mercadillo. El tren también se instaló en la Plaza de la Constitución, e iba circulando a menudo por todas las calles inmediatas al Paseo de Linarejos, repleto de niños y mayores a lo largo de las jornadas que duró la celebración.