Zumba para pasar las tardes

El restaurante El Portazgo organiza, durante el verano, dos sesiones a la semana de clases de zumba en la que participan decenas de personas que buscan una alternativa de ocio en la zona

12 ago 2018 / 12:07 H.

En Puente la Sierra no todo son paseos tranquilos o baños en el suave caudal del río. El restaurante El Portazgo organizó, un año más, un programa de clases de zumba para todos aquellos que quieran continuar con el ejercicio incluso en sus vacaciones. Así, con la música a toda voz, la terraza de El Portazgo se convierte, cada martes y jueves, en el escenario para decenas de jiennenses bailen, al unísono, coreografías que levantan el ánimo y, sobre todo, la respiración.

Este año, la monitora que realiza las clases de zumba es Verónica Díaz, quien tiene mucha experiencia dentro de este campo. Díaz explica que esta actividad surgió porque la gente demandó que hubiera algo de deporte en verano. Fue en ese momento cuando El Portazgo ofreció sus instalaciones y, a su vez, la monitora dijera de dar las clases ella para que la gente tuviera algo que hacer fuera de la rutina. “Ya llevo bastante tiempo preparando las clases, lo hago cuando tengo tiempo. Esto es algo que me encanta, bailo desde muy pequeña y me gusta mucho el deporte”, comenta. Asimismo, Verónica Díaz afirma que, para ella, no supone ningún problema bajar cada semana hasta la urbanización para dar las clases, de hecho, asegura que es algo que le gusta. Además, expone que la mayoría de personas que van son mujeres, pero en el grupo también hay niños pequeños y un muchacho de unos 17 años. “A veces, algún hombre que otro sí que se anima, aunque hay poca demanda”, añade. Los niños pequeños que participan son todos “muy buenos” y Díaz indican que “se mueven bastante bien para ser niños, lo pillan bastante rápido”. Las coreografías, dinámicas y de movimientos contundentes, están hechas para todo tipo de personas. Sin embargo, cuando llega alguien nuevo, la monitora trata de hacer aquellas que son “más facilitas” para que cojan el ritmo poco a poco. Aunque, de todas maneras, “es solo el primer día el que torpean. Después, todos cogen el ritmo bastante rápido”.

Entre dar clases de zumba en un gimnasio y en la terraza del El Portazgo, Verónica Díaz confiesa que la segunda es la mejor zona. “Es verdad que cuando hace mucho calor cuesta un poco más, pero normalmente estamos muy a gusto. A todos les gusta el sitio por estar al lado del río y de la naturaleza. Es un entorno diferente que anima a participar y a estar bien”, declara. Pilar Carrasco es una de las participantes que comenzó este año y de Díaz cuenta que es “una buena profesora” y dice que le gustaría poder ir a estas clases durante más tiempo, “pero hay que trabajar”. Su compañera, Paqui del Moral, lleva dos años haciendo zumba, desde que empezó y dice que se lo pasa muy bien. Explica que fue el año pasado cuando se empezó a fraguar la actividad y la mantuvieron hasta finales de septiembre. Este año indica que empezó más tarde porque no hizo calor. “Desde que empecé a venir aquí me noto reventada cada vez que salgo, pero también con más fuerza y energía, que coges gracias a las clases”, expone. Del Moral señala que es una buena opción para moverse y “no estar todo el día en la casa metida”, ya que, aunque tiene la piscina para hacer deporte, “esto sirve para salir y estar con las compañeras”. Por ello, asegura que es una gran iniciativa que aprovecha durante el verano cada vez que baja a Puente la Sierra, que suele ser todos los fines de semana.