El camino de los rebaños

Entre Pontones y Santiago se extiende una ruta senderista forjada al calor de la canícula, que asciende por cerros de gran valor natural y que tiene un camino plagado de sorpresas y toros bravos

23 sep 2018 / 12:05 H.

Estamos en la zona alta de Segura, esculpida por los rigores de las heladas y forjada al calor de la canícula. Es una zona áspera, dura e incómoda, apenas arbolada y cuenta con un pasto muy rico en gramíneas de alto poder nutritivo. Por ello, ha sido zona tradicional de paso tradicional de ganados y territorio de pastoreo estival. Nuestra ruta de hoy parte desde Pontones, en concreto, desde el Pontón Bajo y, tras cruzar el incipiente río Segura, abandona el municipio. Remontamos, desde la panadería por carretera 900 metros, hasta llegar a una curva pronunciada donde existen señales del trazado del sendero denominado “GR 7”. Aquí parten unas rodadas que seguiremos tras cruzar un pequeño arroyo y nos internamos en una zona llana, muy pedregosa; estamos en el camino de la Torca. Más adelante, veremos dos tinadas seguidas (sencillas construcciones para resguardar el ganado). El camino asciende suavemente por el cerro del Jabalí, para descender en la Hoya del Cerezo. Se llama así por la abundante presencia de Cerezos de Santa Lucía (Prunus mahaleb), un arbusto de porte arbóreo, de gran valor ecológico al resistir sus pequeños frutos (similares a las cerezas) y ser una importante fuente de alimento invernal.

El camino está bien señalizado, aunque hay que ir atento a los hitos, pues se cruzan con otros caminos y otros destinos y podrían confundirnos. Aquí, el sendero gira en sentido norte y localizaremos unos tornajos metálicos muy cercanos a la aldea de Poyotello. Seguiremos remontando una cañada hasta entroncar con el camino asfaltado que viene de Poyotello. Unos suaves cerros (de la Artesilla y del Aguadero) y unos campos de cultivo nos dan la bienvenida. Están vallados a ambos lados del camino. El porqué, lo veremos enseguida. Es una finca de ganado bravo, La Hoya del Toro. El camino desciende hasta entroncar con la carretera A-317 entre Pontones y Santiago. Frente a nosotros maravillosas vistas del promontorio de mayor entidad que es el Almorchón, que, con casi 2.000 metros, domina un hermoso valle flanqueado de chopos; es Cañada Hermosa. Aquí, el camino atraviesa el vallado que nos avisa de que estamos circulando por una finca de toros. Para los no muy toreros, existe una alternativa, siguiendo la carretera. El paso por este paraje es muy bonito, entre chopos y bovinos. Hay una caudalosa fuente, el abrevadero del Encalvo, frecuentada por los astados, por lo que hemos de ir con precaución.

Tras salir de la finca por una puerta, la cual hemos de cerrar para evitar la salida del ganado, remontamos una suave loma. Un hermoso otero sobre unas antiguas zonas de cultivo de cereal, llamadas Eras de Pedro Blázquez. En medio de ellas, se alzan las ruinas de lo que fue el cortijo del Tío Severo. A nuestra izquierda queda la “Cañá del Zumeta”, cabecera y nacimiento del este río. Frente a nosotros, el monte denominado Pie de Oveja, con el Majal Alto en su cima, un llano amesetado que sirve de dormidero-descansadero para el ganado durante el verano. Por la mitad del Pie de Oveja y con una fuerte pendiente inicial, comienza otra vía pecuaria, la llamada “Cañá de los Nevazos”. Ésta, llega hasta la Huerta del Manco y, siguiendo el camino del Poyo de la Retama, llegaremos a la “Cañá del Zumeta”. Es una zona encañonada con varios molinos antiguos. Aquí, vadearemos el Zumeta para llegar a Santiago de la Espada y tomaremos un respiro, nos avituallaremos y volvemos a la “Cañá del Zumeta”, para remontarla hasta encontrar, de nuevo, las Eras de Pedro Blazquez y volver por el mismo recorrido a Pontones. Estamos en un espacio protegido, por lo que hemos de ser especialmente respetuosos con la flora y fauna. Es una zona donde abundan las víboras, así que especial cuidado y mucha prudencia. En ella también existe mucho ganado doméstico y fauna silvestre, por lo que, si llevamos mascota, ha de ir sujeto con correa.