Arte de Úbeda en Hannover

Pepa Salas Villar tiene la suerte de vivir con sus “poemas visuales” que ya conocen en Alemania. El público centroeuropeo aprecia su sensibilidad y ella, aunque añora La Loma y Mágina disfruta de una oportunidad única

04 feb 2018 / 11:29 H.

Para crecer y enriquecerse personal y artísticamente, hay que viajar mucho. Y si es posible, hay que vivir en otros países para comprender otras maneras de vivir, pensar y sentir”, tiene claro Josefa Salas Villar, Pepa, como le gusta que la llaman es una artista plástica de Úbeda que recuerda: “Mi primera experiencia en el extranjero fue la concesión de una beca Erasmus, por un año, en la ciudad italiana de Bologna, durante mis estudios de Bellas Artes”. Posteriormente, disfrutó de otra oportunidad fuera de España durante su doctorado, gracias a una beca Leonardo da Vinci, durante 8 meses, que le abrió la puerta a unas prácticas en Educación en un Instituto de Diseño, en la ciudad polaca de Koszalin. “Atesoré muchas experiencias donde aprendí y me desarrollé como persona que invierte en sí misma para lograr su sueño, el de crear poemas visuales”, aclara Salas Villar. “Mi actual residencia, desde hace siete años, es Hannover. Llegué a este país germano por amor. Hace dos años, me doctoré en Bellas Artes por la Universidad de Granada. Desde hace seis, tengo mi Atelier en la Eisfabrik, realizo mi labor artística en este espacio”, apunta. “Es un país que posee un alto nivel de vida, con gran desarrollo industrial y comercial, pero, sobre todo, los alemanes tienen un gran interés cultural en todas las edades del individuo, desde los niños hasta los ancianos. El público hannoverano apuesta por comprar obra auténtica de manos del propio artista. Este año, por suerte estoy trabajando con una galería local, la Galerie Robert Drees, que lleva mi obra a ferias de arte contemporáneo, en Berlín y Viena, o, como la próxima, que se celebrará en Art-Madrid, a finales de febrero”, apunta la ubetense.

“No descarto la posibilidad de irme en un futuro a vivir a España, ese sería un gran sueño que me encantaría cumplir. Poder vivir del arte en mi tierra. Por que indudablemente, echo de menos mi cultura, mis paisajes, el sol, el carácter de los españoles con su humor, la gastronomía mediterránea, las tapas... y los cerros de mi ciudad, Úbeda, que te proporcionan una visión lejana de un horizonte con altibajos, donde el sol se detiene a distintas horas en todos los puntos de las montañas de Sierra Mágina y en sus mares de olivos. En Hannover no hay montañas y el terreno es siempre plano, lo que te proporciona un horizonte predecible y limitado”, reflexiona.

No obstante, su estancia en tierras germanas es llevadera todavía. “He conseguido adaptarme a este nuevo país, gracias a la compensación emocional que me aporta mi trabajo creativo. Es la realización de un sueño, poder vivir de lo que te gusta hacer. Crear siempre me da equilibrio allá donde esté. El arte es mi país, mi vitamina, mi bálsamo, mi esperanza y mi hogar”, deja claro esta “hija de La Loma”.

Pepa Salas Vilar nació en Úbeda, en 1976. Realiza el Bachillerato Artístico en la Escuela de Arte, de su ciudad natal, en la bella y enigmática Casa de las Torres, y dos años más tarde se inscribe en la Facultad de Bellas Artes de Granada. Merced a su beca Erasmus por un año, continúa su aprendizaje en la Accademia di Belle Arti de Bologna, en Italia. Allí, se inicia en la práctica del Shodo, la milenaria caligrafía japonesa, con el maestro Norio Nagayama. Tras su regreso a España, se licencia y obtiene una Matrícula de Honor en su Proyecto Fin de Carrera. En el 2010 obtiene el diploma en Técnico de Grabado y Estampación, en la Escuela de Arte de Úbeda. Ese mismo año, se traslada a Hannover. Instalando su taller en la Eisfabrik en el 2012. En el 2016 se doctora en Bellas Artes por la Universidad de Granada, con una tesis dirigida por Víctor Borrego Nadal.

la ballena y la niña

Al observar el trabajo de esta artista de Úbeda es fácil advertir que diversos personajes aparecen una y otra vez en sus pinturas, se trata de la ballena, la niña de ojos grandes, el nido, la casa, la jaula y también retratos masculinos, tal y como ella misma hace constar. “El artista se obsesiona con determinados personajes y símbolos”- argumenta Pepa Salas Villar. Todos estos seres y figuras forman parte de su entorno más cercano y, como ella misma aclara, cobran sentido dentro del discurso de su obra. “Mi obra habla de mí y de mi entorno. Vivimos en un tiempo que parece que todos vamos corriendo ciegos, desorientados, detrás de un sueño, que quizás no sea ni tan siquiera el nuestro propio. Una vez alcanzado, apenas lo disfrutamos y ya estamos deseando conseguir el siguiente, da la sensación de estar en un continuo estado de estrés e insatisfacción”, razona esta creadora jiennense.

búsqueda sin tregua

Con su obra, la ubetense tiene la pretensión de reflexionar sobre el fenómeno de búsqueda y encuentro constante. “Si vivimos en la periferia de un sueño, vivamos entonces disfrutando de ese estado de búsqueda, de ese peregrinar y del propio camino en sí. ¿Qué es si no la vida? Un continuo caminar hacia nosotros mismos”, reflexiona, convencida de una máxima: “Los artistas son las primeras aves que alzan el vuelo. Es necesario volar como pájaros migratorios a otras zonas fértiles de cultura, donde poder alimentarnos y poder vivir de nuestro trabajo. Pero eso no basta, porque el artista así como el ave, desea regresar a su país natal, en mi caso volver al sur, a los paisajes de mi infancia”, argumenta esta paisana de Antonio Muñoz Molina y Joaquín Sabina, nacida en una ciudad que es un verdadero faro cultural.

Una obra que habla sobre ella y acerca del entorno que le rodea
idcon=13167877;order=15

“Mi obra habla de mí y de mi entorno. En ella, muestro el sabor de las dudas, el color de la incertidumbre, el aroma de la esperanza, la textura de los sueños, emociones relacionadas con las preocupaciones comunes a la esencia del ser. Elixir que se destila de esta crisis actual de valores humanos”, así define la ubetense Pepa Salas Villar su trabajo artístico, una creación que le permite abrirse un hueco en Alemania. En la obra pictórica de esta artistas de Úbeda es común encontrarse, bajo una expresión claramente figurativa, como ocurre en sus retratos de personas o animales, paisajes o espacios interiores arquitectónicos, con los que evoca una realidad, la cual sostiene un elemento abstracto, como una franja o línea de color, a modo de escala tonal de colores. Esa abstracción de color, como ella misma explica, es la representación de las diferentes ideas, pensamientos o sueños que existen en cada ser, bajo el fenómeno de la percepción de la sinestesia. Los recuerdos se vuelven colores, al igual que los aromas y sonidos.

en uno de los rincones más fotografiados de su nueva ciudad
idcon=13167883;order=17

En la imagen, Pepa Salas Villar muestra su obra junto al reloj Kröpcke, uno de los rincones indispensables en una visita a la ciudad alemana de Hannover.

un taller lleno de vida y donde fluye la creatividad
idcon=13167888;order=19

En 2016, durante una sesión de trabajo en su Atelier, su taller en el que se expresa artísticamente en una de las principales urbes alemanas, Hannover.

un rincón que lo es todo para la artista nacida en la loma
idcon=13167892;order=21

Su creación evoluciona desde que, en 1999, tuvo la oportunidad de darse a conocer en la II Edición de Jóvenes Artistas “Arte Joven”, en el Hospital de Santiago. Úbeda, España.

un trabajo que está al alcance todos en su página web
idcon=13167896;order=23

La vida y obra de esta ubetense, Pepa Salar Villar, puede consultarse y admirarse en la web homónima https://www.pepasalasvilar.com/atelier.