¿35 o 37 horas y media?

14 ene 2018 / 11:30 H.

La pregunta está servida. Y con la pregunta, la controversia. ¿El horario laboral semanal va a ser de 35 horas o de 37 y media? La Junta de Andalucía dice que, con 35 horas currando a la semana, el país está servido. Y el trabajador rinde lo que tiene que rendir, para ganarse un jornal digno y prestar, como buen ciudadano, lo que tiene que colaborar con su tierra, su empresa y su patria.

El Tribunal Constitucional, de acuerdo con lo dispuesto por el Gobierno de la Nación, piensa de otra manera. Y ha decidido imponer a todos los españoles, en edad laboral, que tenemos que trabajar 37 horas y media cada semana. Y ya tenemos el lío. Que si la presidenta Susana quiere ganarse los votos de los andaluces. Que lo que ocurre es que el Gobierno central se aprovecha de nosotros y nos saca todo lo que puede, mientras que no paga lo que debe.

Y así sucesivamente. Por no hablar del egoísmo y la ambición general de los empresarios y de la vagancia de tantos españoles, que (según parece) nacemos ya cansados. Y es claro. Ocurre lo que vemos que está pasando.

Yo no soy experto en Derecho del Trabajo. Pero, con los muchos años que ya llevo a cuestas, me doy cuenta de lo que pasa. Dicho en pocas palabras: en este país nuestro —ya sea Andalucía, ya sea España— el hecho es que nos sobra ambición de ganar y andamos más bien escasos en ganas de trabajar. Y, claro, así las cosas, entiendo lo que dice la Junta de Andalucía. Como entiendo también lo que nos quiere imponer el Gobierno de Madrid, el Tribunal Constitucional y la Biblia en pasta.

¿A qué me refiero? Por supuesto, que la tacañería de sueldos y jornales, por parte de los que tienen que pagar, es un asunto penoso y da vergüenza decir por ahí lo que ganas, currando a base de bien las “demasiadas” horas de trabajo que te imponen cada día. Pero si ves la cosa desde otro punto de vista, ¿qué me dice usted de la cantidad de veces que vas a una oficina, a una empresa, a un hospital... (del Estado, de la Junta o de Perico el de los palotes) y el funcionario al que buscas “ha salido”, “está tomando café”, “viene dentro de un rato”, “hoy no le toca”... Y así estamos. Sí, así nos luce el pelo. ¿Hay que fijar horarios laborales, que sean razonables y justos? ¡Por supuesto! Pero, si digo estas cosas, es porque tengo el firme convencimiento de que lo más urgente, lo más apremiante de todo, no está en fijar cuántas horas hay que trabajar. Lo primero de todo es que nos eduquemos, como tiene que ser, en que tenemos que trabajar. Y trabajar todas las horas que nos imponen. Pero, antes que todo, que España entera se entere, sobre todo los que manejan el poder y el capital, que la primera cualidad de una persona honrada es pensar menos en lo que quiere ganar; y más, en lo que necesitan los que se dejan la piel por llevar a su casa cada día el pan y la dignidad a la que tienen derecho. Lo importante no es que nos fijen las horas que hay que trabajar, sino que todos trabajemos. Y que los que los que tienen que pagar, que paguen lo que merece la dignidad y las muchas carencias que sufrimos todos los humanos.