Una provincia envejecida con predominio femenino

Las mujeres son más longevas que los hombres y muchas prefieren vivir solas

21 oct 2018 / 11:14 H.

La tercera edad, la más predominante en Jaén. Son mayores y además son mayoría, la provincia jiennense tiene la población más envejecida de toda Andalucía, según los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), una cifra que se mantiene desde hace una década. Este mismo año, ha alcanzado un 122,53%. Por debajo se sitúan Córdoba, muy cerca de la provincia jiennense, con un 118,20%, y Granada, con un 106,29%. En el lado contrario, se sitúa Almería, que presenta los porcentajes más bajos, entorno al 81,50%.

Esto se traduce en que casi la mitad de la población pertenece a la tercera edad, un envejecimiento progresivo manifiesto desde hace décadas en toda España. Y, entre estas personas mayores, cabe destacar otro dato relevante, y es que las mujeres tienen una vida más larga que la de ellos. Concretamente, en España, hay más de un millón doscientas mil mujeres mayores de 65 años que, además, viven solas. Los muestra un estudio realizado por el Observatorio Social de La Caixa: “Mujeres mayores viviendo solas: los retos para la sociedad”. En él, se refleja que casi el 30% de las mujeres mayores de 65 años viven solas. Y, de todas ellas, también hay que destacar que un alto porcentaje pertenece a mujeres viudas. De cara al futuro, los datos también son claros, esta cifra aumenta. Se estima que hacia 2031 habrá 1.876.000 mujeres mayores de 65 años viviendo solas. En el caso de Jaén y, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, hay 26.438 mujeres viudas, mientras que la cifra de los hombres se sitúa en 538.

Una gran parte de las jiennenses también decide vivir en una vivienda unipersonal. Pero, ¿qué razón llevan a las mujeres a mantenerse solas?, son varias: la situación económica, el estado de salud, el lugar donde vive, el nivel educativo, si es extranjera o no, si tiene pareja, si tiene hijos y, aunque todos ellos podrían influir en cierta medida en la probabilidad de vivir sola a edades avanzadas, el factor más relevante es si ha tenido hijos o no. En concreto, entre las mujeres mayores que no han tenido hijos, un 38,3% vivían solas, según los últimos datos recogidos, mientras que entre las que sí habían tenido hijos la cifra era bastante menor: 26,4%. Asimismo, muchas de ellas prefieren no inmiscuirse en una nueva relación. Otro dato relevante, es el cambio cultural importante que esto supone ya que hay una gran diferencia con generaciones pasadas, en las que la presencia de los mayores en casa era algo habitual. Solo hay que echar la vista atrás para comprobar que en 1981 apenas el 19% de ellas vivía en hogares unipersonales, mientras que actualmente la cifra roza el 30%.

Pero, como cantaba el grupo Coz, “las chicas son guerreras”, al menos las jiennenses, y no dudan en unirse para apoyarse mutuamente y comenzar una vida nueva. Además de ejercer de madres y abuelas, se coordinan en “pandillas” para disfrutar, a su manera, de la vida que les ha tocado vivir.

Mayores, pero con sus amplias “pandillas”

Hacerse mayor a veces conlleva enfrentarse a momentos complicados como la despedida del que fue un compañero de vida. Es el caso de aquellas que forman parte de la Asociación de Mujeres Viudas “María de Molina”, que cuenta con más de 70 socias y con más de dieciocho años de trayectoria. Juntas, hacen que, ser mayor y viuda se convierta en una oportunidad para hacer nuevas amistades. “Nosotras buscamos con la asociación darnos apoyo para superar los momentos difíciles por los que atraviesan algunas de las nuevas socias y por lo que las demás ya hemos pasado, así como que vean que hay muchas oportunidades para ser feliz”, asegura Luisa Ruiz, la presidenta de la asociación. Muchas de ellas prefieren no rehacer su vida y, en sus propias palabras, “no volver a empezar con otro hombre”.

Para ello, organizan una reunión semanal, cada miércoles a eso de las seis de la tarde, en el hogar del pensionista, en el que tienen su propia sala. No faltan ninguna semana a excepción del último miércoles de cada mes, que lo reservan para ir a misa todas juntas. Pero hay mucho más, juegan un número de la lotería entre las socias, venden décimos, hacen meriendas, organizan almuerzos en las épocas navideñas y se embarcan en viajes a lo largo del año. Tanto es así, que ya planean uno para el próximo mes. Porque cumplir años parece un rollo, pero las chicas de oro de Jaén dejan claro que no es cierto, hacerse mayor es una oportunidad para vivir “intensamente”.