Una floración tardía y sin mucho polen

La fertilidad alcanza el 40% frente al 80% que se registró el año pasado

25 may 2018 / 08:25 H.

Es una floración atípica. El olivar, acostumbrado a abrir las flores a principios de mayo, entra en la última semana de este mes sin haber acabado la polinización, lo que puede ser una premisa para que exista un retraso en la cosecha. Además, no hay unos niveles de polen tan altos, al menos por el momento, como otros años. Seguro que muchos jiennenses recuerdan que hasta los coches se ponían amarillos debido a esa nube del polen del olivar que se formaba en algunas zonas de la provincia. En cambio, ahora todavía no se ha visto y, posiblemente, tampoco se vean.

El Complejo Hospitalario de Jaén indica que los niveles de polen del olivo son altos, pero no se ha llegado a niveles extremos, como en años pasados. Ayer había 4.183 granos por metro cúbico de aire que para alguien que no sepa lo que ha pasado en años anteriores en la provincia es un volumen que asusta. Sin embargo, en años anteriores, se han duplicado estos registros. La relación entre polen y cosecha no es directamente proporcional o, lo que es lo mismo, no quiere decir que si hay menos granos en el ambiente habrá menos aceitunas en los árboles. No obstante, sí que mantienen relación, aunque no sea determinante.

“Vemos que existe un retraso en la floración bastante importante. En mi Agrupación de Producción Integrada existe una fertilidad del 40%, mientras que en otros años hemos llegado al 80%. Las cosechas anteriores se han sustentado en el regadío, por lo que este año parece que muchas fincas se quieren tomar un respiro. De hecho, yo voy a tener menos cosecha seguro. Afortunadamente, los secanos sí que se han beneficiado de las precipitaciones. Aquí se ve una floración mucho más intensa”, afirma el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila.

Buena parte de las flores ya están abiertas, aunque existen algunas zonas —como la comarca norte— que marchan un poco más tardías. Además, las precipitaciones que han caído en esta semana también han servido para echar abajo el polen en suspensión, lo que ha supuesto un alivio para las personas que sufren alergia. Habrá que esperar la evolución de la polinización porque todavía queda, pero no es tan intensa como en los últimos años. Los agricultores ya están deseando ver cómo se ha producido el cuaje. A los olivos les ha venido muy bien la lluvia de marzo y abril, pero muchos la han usado para reponerse e impulsar su desarrollo vegetativo.