Un “audaz” ladrón roba en el ambulatorio frente a la Policía

Entró por una ventana, registró varias dependencias y solo se llevó un móvil

17 feb 2018 / 09:39 H.

Extraño robo en el centro de salud Virgen de la Capilla. Un ladrón ha demostrado tener una audiacia extraordinaria por atreverse a desvalijar el ambulatorio, ubicado justo enfrente de la Comisaría de la Policía Nacional, en la calle Arquitecto Berges. Al parecer, el atrevido caco entró por una ventana a la que llegó desde la escalera de incendio del edificio. Una vez en el interior, registró varias dependencias del ambulatorio. Y salió a la calle por el mismo lugar por el que había accedido. Lo más llamativo del caso es que apenas se llevó nada. Los trabajadores únicamente echaron en falta un teléfono móvil perteneciente a un celador y que guardaba en uno de los cajones. Al cierre de esta edición, la Comisaría no había recibido denuncia alguna por este extraño suceso, que era ayer la comidilla entre los trabajadores del ambulatorio central. Por ello, y hasta el momento, no hay investigación abierta.

Las fuentes consultadas explican que el asalto debió de producirse en algún momento de la madrugada, una vez que las instalaciones sanitarias se cerraron. Los empleados que entraron a trabajar a primera hora de ayer fueron los que notaron que habían tenido “visitantes”. Se encontraron cajones registrados, papeles revueltos en las mesas y varias puertas abiertas. En principio, no había destrozos de consideración. Los propios empleados recompusieron los enseres y comprobaron que no faltaba prácticamente nada. Tan solo un celador se percató de que le habían robado el terminal del móvil. El ladrón tuvo que moverse a oscuras en el interior del edificio, puesto que si hubiera encendido cualquier luz hubiera despertado las sospechas de los policías que están en la garita de seguridad de la Comisaría.

Las fuentes consultadas creen que el robo es obra de un caco inexperto, ya que en los centros de salud apenas hay objetos de valor: apenas se almacenan medicamentos —tan solo los estrictamente necesarios— y los trabajadores tampoco suelen dejar pertenencias personales de valor. Los recetarios también son inservibles, pues solo son válidos cuando se activan con un código informático. Así que al audaz ladrón le salió el tiro por la culata.

NO PERDER DE VISTA LAS PERTENENCIAS

Los amigos de lo ajeno suelen tener un buen campo de acción en centros de salud y hospitales. “Trabajan” al descuido, es decir, se apoderan de objetos personales de las usuarios de estos recintos aprovechando que los pierden de vista. Por ello, la Policía aconseja mantener la atención en todo momento y tomar las precauciones necesarias en estos lugares públicos. Una recomendación que hace extensible a los empleados.